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CuestionarioCuestionario sobre las dificultades a las que suelen enfrentarse las personas tras sufrir un suceso de crisis (traumático)

Para poder compartir contigo los recursos diseñados para el apoyo psicológico básico, te rogamos que rellenes un breve cuestionario sobre las dificultades a las que puedes estar enfrentándote en estos momentos. En función de tus respuestas, a continuación encontrarás información sobre lo que puedes hacer tú mismo para favorecer una recuperación natural tras experimentar un acontecimiento de crisis, así como la forma de acceder a apoyo profesional. Tus respuestas serán confidenciales. Puedes dejar de rellenar el cuestionario en cualquier momento.

Además, entendemos que puedas estar preocupado por alguien que no seas tú. Si es así, por favor, comparte esta plataforma con otras personas si crees que podrían beneficiarse de los contenidos que ofrece.

1.

¿Te sientes triste, lloroso o afligido la mayor parte del tiempo?

La tristeza es una emoción común cuando perdemos algo valioso para nosotros a lo que estamos emocionalmente apegados. El sentimiento de tristeza nos ayuda a comprender lo valioso que era lo que perdimos, nos muestra lo que nos falta y que podríamos intentar volver a encontrar, y nos ayuda a aceptar la pérdida y los cambios que conlleva. Es importante darse tiempo para hacer el duelo y acostumbrarse a la nueva situación y a la vida sin las personas y/o cosas que se han perdido. Si tienes la oportunidad, habla de cómo te sientes con personas cercanas. Sentir que alguien nos comprende y se compadece de nuestra pérdida, que nos acepta y que seguimos teniendo otros valores en la vida puede ayudarnos en la recuperación tras experiencias difíciles de la vida.

Si las dificultades mencionadas se producen más de lo habitual, causan sufrimiento y persisten durante más de un mes, es señal de que puede ser bueno pedir ayuda profesional. Pedir apoyo para afrontar las dificultades no es en absoluto un signo de debilidad, sino un reflejo de fortaleza y resiliencia. Del mismo modo, las reacciones a los acontecimientos traumáticos pueden demorarse, así que presta atención y controla tus pensamientos, emociones y tu cuerpo para obtener apoyo a tiempo y mantener un estado de bienestar psicológico y salud mental. Ponte en contacto con el personal de las organizaciones activas en tu comunidad o con tu médico para que te remitan a un experto en salud mental que pueda proporcionarte apoyo.

No – puede pasar a la siguiente pregunta.

2.

¿Estás más ansioso o temeroso de lo habitual?

Ante un acontecimiento amenazador, el miedo puede ser una emoción útil porque nos permite reaccionar con rapidez, aumentar nuestras posibilidades de supervivencia y protegernos. Sin embargo, una vez que el acontecimiento amenazador ha pasado, los sentimientos de miedo o ansiedad son una señal de que nuestras reacciones presentes se centran en el suceso pasado (o en el futuro incierto) y no en lo que nos está ocurriendo en el presente. En otras palabras, nuestro organismo sigue excitado y en estado de alerta, aunque la amenaza real haya pasado.

En tales situaciones, puede ser útil aplicar algunas técnicas de enraizamiento o relajación. LEER MÁS

Si las dificultades mencionadas se producen más de lo habitual, causan sufrimiento y persisten durante más de un mes, es señal de que puede ser bueno pedir ayuda profesional. Pedir apoyo para afrontar las dificultades no es en absoluto un signo de debilidad, sino un reflejo de fortaleza y resiliencia. Del mismo modo, las reacciones a los acontecimientos traumáticos pueden demorarse, así que presta atención y controla tus pensamientos, emociones y tu cuerpo para obtener apoyo a tiempo y mantener un estado de bienestar psicológico y salud mental. Ponte en contacto con el personal de las organizaciones activas en tu comunidad o con tu médico para que te remitan a un experto en salud mental que pueda proporcionarte apoyo.

No – puede pasar a la siguiente pregunta.

3.

¿Sientes vergüenza o culpa intensas (a causa de experiencias pasadas dolorosas) que te han causado dificultades últimamente?

La vergüenza o la culpa son sentimientos que pueden surgir porque hemos sobrevivido a un suceso traumático, porque no pudimos evitarlo o por otras reacciones al suceso traumático que experimentamos y/o expresamos. Concretamente, algunas de las reacciones habituales ante un suceso traumático pueden ser la huida, la lucha, sentirse «congelado» o «paralizado», llorar, experimentar un ataque de pánico o euforia de supervivencia. Tras un suceso traumático, la gente suele pensar en lo que hubiera podido hacer o debería haber hecho para cambiar el resultado del suceso. Los sucesos de crisis son impredecibles y escapan a nuestro control, y en la mayoría de los casos las personas que experimentan un suceso traumático pueden hacer poco o nada para cambiar las consecuencias de dicho suceso.

Si las dificultades mencionadas se producen más de lo habitual, causan sufrimiento y persisten durante más de un mes, es señal de que puede ser bueno pedir ayuda profesional. Pedir apoyo para afrontar las dificultades no es en absoluto un signo de debilidad, sino un reflejo de fortaleza y resiliencia. Del mismo modo, las reacciones a los acontecimientos traumáticos pueden demorarse, así que presta atención y controla tus pensamientos, emociones y tu cuerpo para obtener apoyo a tiempo y mantener un estado de bienestar psicológico y salud mental. Ponte en contacto con el personal de las organizaciones activas en tu comunidad o con tu médico para que te remitan a un experto en salud mental que pueda proporcionarte apoyo.

No – puede pasar a la siguiente pregunta.

4.

¿Te sientes enfadado, rabioso o irritable más de lo habitual?

Entre las reacciones habituales tras experimentar un suceso de crisis se encuentran la irritabilidad, la ira o la rabia como resultado de una fuerte tensión física y mental, la inquietud y el shock. Muchas personas que han vivido experiencias extremadamente difíciles se preguntan cómo merecían que les ocurriera esto y perciben el suceso de crisis o la experiencia traumática como una gran injusticia. La ira es una reacción natural ante situaciones que queremos cambiar, así que es normal que te sientas enfadado e irritable durante algún tiempo. Al mismo tiempo, es importante entender que la ira puede alejar a las personas que quieren apoyarte, así que intenta hablar con las personas cercanas para darles la oportunidad de entender cómo te sientes y darte el espacio que puedas necesitar.

Si las dificultades mencionadas se producen más de lo habitual, causan sufrimiento y persisten durante más de un mes, es señal de que puede ser bueno pedir ayuda profesional. Pedir apoyo para afrontar las dificultades no es en absoluto un signo de debilidad, sino un reflejo de fortaleza y resiliencia. Del mismo modo, las reacciones a los acontecimientos traumáticos pueden demorarse, así que presta atención y controla tus pensamientos, emociones y tu cuerpo para obtener apoyo a tiempo y mantener un estado de bienestar psicológico y salud mental. Ponte en contacto con el personal de las organizaciones activas en tu comunidad o con tu médico para que te remitan a un experto en salud mental que pueda proporcionarte apoyo.

No – puede pasar a la siguiente pregunta.

5.

¿Tienes síntomas físicos frecuentes como temblores, dolores de cabeza, cansancio, cambios en el apetito, cambios en el deseo y el comportamiento sexual, dolores corporales, o te pones enfermo con frecuencia?

 

Después de un suceso estresante o traumático también es frecuente que se
produzcan distintas reacciones físicas. Después de acontecimientos tan
impredecibles que no podemos controlar, es importante restablecer cierto nivel
de rutina y control en nuestra vida. Empieza a cuidarte. En el siguiente enlace
puedes encontrar más información sobre técnicas que te pueden ser útiles.
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Si las dificultades mencionadas se producen más de lo habitual, causan sufrimiento y persisten durante más de un mes, es señal de que puede ser bueno pedir ayuda profesional. Pedir apoyo para afrontar las dificultades no es en absoluto un signo de debilidad, sino un reflejo de fortaleza y resiliencia. Del mismo modo, las reacciones a los acontecimientos traumáticos pueden demorarse, así que presta atención y controla tus pensamientos, emociones y tu cuerpo para obtener apoyo a tiempo y mantener un estado de bienestar psicológico y salud mental. Ponte en contacto con el personal de las organizaciones activas en tu comunidad o con tu médico para que te remitan a un experto en salud mental que pueda proporcionarte apoyo.

 

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6.

¿Tienes dificultades para conciliar el sueño, para permanecer dormido o tienes más pesadillas de lo habitual?

 

El sueño de calidad es muy importante para nuestra salud mental y física. Una mala calidad del sueño está asociada a la depresión, la ansiedad y otras dificultades de salud y de salud mental. Sentimientos desagradables como la preocupación constante y la inquietud por los problemas provocan dificultades para conciliar el sueño y lograr un sueño de calidad durante la noche. Además, tras experimentar un suceso de crisis, muchas personas reviven durante algún tiempo en sueños los mismos sucesos o sucesos similares, lo que puede provocar miedo a conciliar el sueño. Aquí encontrarás algunos consejos y técnicas para dormir mejor. LEER MÁS

Si las dificultades mencionadas se producen más de lo habitual, causan sufrimiento y persisten durante más de un mes, es señal de que puede ser bueno pedir ayuda profesional. Pedir apoyo para afrontar las dificultades no es en absoluto un signo de debilidad, sino un reflejo de fortaleza y resiliencia. Del mismo modo, las reacciones a los acontecimientos traumáticos pueden demorarse, así que presta atención y controla tus pensamientos, emociones y tu cuerpo para obtener apoyo a tiempo y mantener un estado de bienestar psicológico y salud mental. Ponte en contacto con el personal de las organizaciones activas en tu comunidad o con tu médico para que te remitan a un experto en salud mental que pueda proporcionarte apoyo.

No – puede pasar a la siguiente pregunta.

7.

¿Piensas con frecuencia en sucesos dolorosos del pasado a pesar de tus esfuerzos por no pensar en ellos?

 

Después de sufrir una crisis o un suceso traumático, la mayoría de las personas suelen pensar en lo que les ha ocurrido. Además, algunas personas que han vivido una crisis o un suceso traumático experimentan de repente recuerdos vívidos o imágenes que les hacen sentir como si estuvieran reviviéndolos. Es importante establecer una rutina diaria que nos ayude a pensar en las cosas que nos están sucediendo en ese momento y que nos ocupan, de modo que invirtamos menos energía y atención en pensamientos abrumadores sobre el suceso traumático. Por lo tanto, incluye en tu rutina actividades que te gusten, como leer, salir con la familia o los amigos, ver una película, pasear, jugar con sus hijos. Además, saca tiempo para dormir, comer y hacer actividad física de calidad cuando puedas

Si las dificultades mencionadas se producen más de lo habitual, causan sufrimiento y persisten durante más de un mes, es señal de que puede ser bueno pedir ayuda profesional. Pedir apoyo para afrontar las dificultades no es en absoluto un signo de debilidad, sino un reflejo de fortaleza y resiliencia. Del mismo modo, las reacciones a los acontecimientos traumáticos pueden demorarse, así que presta atención y controla tus pensamientos, emociones y tu cuerpo para obtener apoyo a tiempo y mantener un estado de bienestar psicológico y salud mental. Ponte en contacto con el personal de las organizaciones activas en tu comunidad o con tu médico para que te remitan a un experto en salud mental que pueda proporcionarte apoyo.

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8.

¿Notas dificultades frecuentes de concentración, recuerdo, memoria y/o toma de decisiones?

 

El estrés, la ansiedad y los pensamientos sobre experiencias traumáticas distraen la atención, lo que puede afectar a nuestra memoria y a nuestra capacidad para recordar hechos previamente memorizados. En el periodo posterior a un suceso de crisis, es normal experimentar dificultades con la memoria y sentirse distraído/a y desconcentrado/a. Si tienes la oportunidad y crees que puede ayudarte, anota tus obligaciones y las cosas que es importante que recuerdes, así como los pensamientos y sentimientos con los que lidias para tomar conciencia de ellos, aclarártelos y afrontarlos más fácilmente.

Si las dificultades mencionadas se producen más de lo habitual, causan sufrimiento y persisten durante más de un mes, es señal de que puede ser bueno pedir ayuda profesional. Pedir apoyo para afrontar las dificultades no es en absoluto un signo de debilidad, sino un reflejo de fortaleza y resiliencia. Del mismo modo, las reacciones a los acontecimientos traumáticos pueden demorarse, así que presta atención y controla tus pensamientos, emociones y tu cuerpo para obtener apoyo a tiempo y mantener un estado de bienestar psicológico y salud mental. Ponte en contacto con el personal de las organizaciones activas en tu comunidad o con tu médico para que te remitan a un experto en salud mental que pueda proporcionarte apoyo.

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9.

¿Te das cuenta de que la mayor parte del tiempo no te interesan las cosas que antes te daban placer?

 

Tras una experiencia traumática, las personas suelen tener dificultades para motivarse y retomar la vida que llevaban antes. Muchos afirman que sienten que su vida se divide en vida anterior y vida posterior al suceso traumático. Algunas personas también se sienten culpables si encuentran paz o placer en diferentes actividades, sobre todo si han perdido a personas cercanas. Sin embargo, para preservar nuestra salud y nuestra capacidad de cuidar de nosotros mismos y de otras personas que son importantes para nosotros, es crucial motivarnos para intentar relajarnos y volver a experimentar alegría. Piensa en todas las cosas que te hacían feliz antes (también puedes hacer una lista) e intenta encontrar al menos una de ellas que creas que podrías experimentar ahora. Puede ser salir con seres queridos, escuchar música, rezar, ver una película, dar un paseo por la naturaleza o alguna otra forma de autocuidado o entretenimiento propio. A veces podemos encontrar placer en actividades que no nos apetecían cuando las empezamos. Vuelve a intentarlo al cabo de un tiempo e intenta lo mismo con actividades diferentes.

IMPORTANTE: En el periodo posterior a un suceso de crisis, podemos ser especialmente vulnerables y propensos a desarrollar adicción al alcohol, al tabaco o a diferentes drogas, así como a participar en diversos comportamientos de riesgo. Por muy reconfortante que pueda parecer a corto plazo, esto sólo puede acarrear graves dificultades a largo plazo, por lo que es sumamente importante evitar mecanismos similares de afrontar el estrés y el sufrimiento. 

Si las dificultades mencionadas se producen más de lo habitual, causan sufrimiento y persisten durante más de un mes, es señal de que puede ser bueno pedir ayuda profesional. Pedir apoyo para afrontar las dificultades no es en absoluto un signo de debilidad, sino un reflejo de fortaleza y resiliencia. Del mismo modo, las reacciones a los acontecimientos traumáticos pueden demorarse, así que presta atención y controla tus pensamientos, emociones y tu cuerpo para obtener apoyo a tiempo y mantener un estado de bienestar psicológico y salud mental. Ponte en contacto con el personal de las organizaciones activas en tu comunidad o con tu médico para que te remitan a un experto en salud mental que pueda proporcionarte apoyo.

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10.

¿Has sido incapaz recientemente de realizar tus actividades cotidianas habituales, como levantarse de la cama, ducharse o preparar la comida, porque te sientes abrumado/a por los problemas a los que te enfrentas?

 

En el periodo posterior a un suceso de crisis, puedes tener dificultades para realizar actividades que durante un tiempo formaron parte de tu rutina diaria. Si tienes personas cercanas que puedan ayudarte, no dudes en aceptar su ayuda con las tareas domésticas o el cuidado de los niños. Intenta motivarte para volver a establecer tu rutina diaria (por ejemplo, levantarse a la misma hora, comer regularmente y ocuparse de su propia higiene) para acelerar el proceso de recuperación. Si notas que no tienes fuerzas ni capacidad para cuidar de ti mismo/a y/o de tus hijos durante más de unos días, es importante que pidas ayuda a un experto.

Si las dificultades mencionadas se producen más de lo habitual, causan sufrimiento y persisten durante más de un mes, es señal de que puede ser bueno pedir ayuda profesional. Pedir apoyo para afrontar las dificultades no es en absoluto un signo de debilidad, sino un reflejo de fortaleza y resiliencia. Del mismo modo, las reacciones a los acontecimientos traumáticos pueden demorarse, así que presta atención y controla tus pensamientos, emociones y tu cuerpo para obtener apoyo a tiempo y mantener un estado de bienestar psicológico y salud mental. Ponte en contacto con el personal de las organizaciones activas en tu comunidad o con tu médico para que te remitan a un experto en salud mental que pueda proporcionarte apoyo.

No – puede pasar a la siguiente pregunta.

11.

¿Has notado últimamente que te aíslas y evitas a los demás con frecuencia, o que dependes excesivamente de otras personas?

 

Después de experimentar un suceso de crisis, podemos tener la sensación de que nadie que no haya vivido algo similar puede entender cómo nos sentimos. Podemos sentir rabia, irritabilidad y frustración, lo que puede dificultar nuestras conversaciones con los demás. Además, si el suceso fue causado por las acciones de otras personas, puede minar nuestra sensación de seguridad y confianza en los demás. Es bueno tomar tiempo para ti cuando sientes la necesidad de estar solo/a, pero el apoyo de la familia y los amigos, así como la vuelta a la rutina, es un factor sumamente importante en el proceso de recuperación. Intenta pasar tiempo en actividades relajantes junto a personas cercanas y pídeles su apoyo cuando lo necesites.

Si las dificultades mencionadas se producen más de lo habitual, causan sufrimiento y persisten durante más de un mes, es señal de que puede ser bueno pedir ayuda profesional. Pedir apoyo para afrontar las dificultades no es en absoluto un signo de debilidad, sino un reflejo de fortaleza y resiliencia. Del mismo modo, las reacciones a los acontecimientos traumáticos pueden demorarse, así que presta atención y controla tus pensamientos, emociones y tu cuerpo para obtener apoyo a tiempo y mantener un estado de bienestar psicológico y salud mental. Ponte en contacto con el personal de las organizaciones activas en tu comunidad o con tu médico para que te remitan a un experto en salud mental que pueda proporcionarte apoyo.

No – puede pasar a la siguiente pregunta.

12.

A veces, cuando las personas experimentan reacciones de estrés fuertes y/o prolongadas, pueden pensar en hacerse daño a sí mismas o a otras personas. ¿Has tenido esos pensamientos últimamente o has planeado cómo hacerlos realidad?

 

A veces, cuando sentimos que el sufrimiento es insoportable, puede parecernos que ese estado nunca pasará. Sin embargo, la mayoría de las personas se recuperan con el paso del tiempo, y muchas de ellas adquieren durante el proceso una serie de cualidades y fortalezas nuevas para afrontar con mayor facilidad las situaciones difíciles de la vida. El mero hecho de que estés aquí y leyendo este texto habla de tu fortaleza y de tu voluntad de curarte y sobrevivir a pesar de las dificultades a las que te has enfrentado. Para que te ayuden a encontrar la manera de afrontar el sufrimiento al que te enfrentas, te aconsejamos encarecidamente que te pongas en contacto con un profesional de la salud mental lo antes posible. Ponte en contacto con el personal de las organizaciones que trabajan en tu comunidad o con tu médico para que te remitan a un especialista que pueda proporcionarte apoyo. 

Como parte de la Clínica de Psiquiatría y Medicina Psicológica – KBC Zagreb, existe un CENTRO DE CRISIS Y PREVENCIÓN DEL SUICIDIO, al que puedes acudir sin cita previa ni nota de derivación entre las 8.00 y las 20.00 horas o llamar al 01 2376 470 de 0.00 a 24 horas.

No – puede pasar a la siguiente pregunta.

Lee sugerencias y consejos que pueden serte útiles para resolver problemas causados por sucesos de crisis.