Mental Health Zone | Introducción
¿Qué es un suceso de crisis (traumático)?
Un suceso de crisis (traumático) es un suceso repentino o poco frecuente que tiene un efecto extremadamente perturbador en la mayoría de las personas que estuvieron presentes en el suceso. Implica la pérdida potencial o real de personas, cosas o valores importantes para un individuo o grupo, y causa sufrimiento a casi todos los que lo experimentan, independientemente de lo mental y físicamente fuertes y sanos que estuvieran antes del suceso. Por lo general, las personas afectadas no pueden prevenir, evitar o superar por sí solas un suceso de crisis con los conocimientos y habilidades que utilizan para resolver otras situaciones estresantes y problemas de la vida.
Los sucesos de crisis son sucesos que pueden afectar a individuos (por ejemplo, secuestro, violación, o accidente de tráfico) y sucesos que pueden afectar a grupos o comunidades (por ejemplo, robos a mano armada, catástrofes naturales, crisis de refugiados, guerra, atentados terroristas, pandemias).
¿Qué es una crisis psicológica?
Una crisis psicológica es una afección provocada por un suceso de crisis y puede observarse a través de reacciones que pueden ocurrir durante el propio suceso, inmediatamente después, pero también pueden ser reacciones retardadas a dicho suceso.
Una crisis psicológica puede reconocerse por estos signos:
- sensación de pérdida de control
- sensación de distracción y confusión
- agobio emocional
- sensación de agitación e interrupción del funcionamiento habitual de la persona
- fuerte sensación de vulnerabilidad
Las situaciones de crisis también pueden afectar fuerte y repentinamente a nuestras creencias básicas sobre:
- La seguridad del mundo, de nosotros mismos y de las personas cercanas
- La confianza en los demás y en la sociedad, especialmente si la crisis se ha producido como consecuencia de la acción humana
- El control sobre lo que ocurre en nuestra vida
- Autoestima en términos de una imagen dañada de uno mismo, sentimientos de impotencia y, a veces, culpa y vergüenza que sienten los supervivientes
- Intimidad en términos de una sensación de que los demás no nos entienden, de sentirse alejados de los demás y menor confianza en las personas.
Las personas pueden reaccionar de forma muy diferente ante el mismo suceso de crisis, pero en los días y semanas posteriores al suceso traumático, la mayoría de las personas experimentan diferentes reacciones de estrés y trauma. El estrés y las reacciones traumáticas suelen aparecer inmediatamente después del suceso, pero también pueden producirse reacciones traumáticas retardadas. A veces, las reacciones traumáticas retardadas pueden estar provocadas por un acontecimiento que recuerda a la persona el suceso traumático original.
En muchos casos, el estado psicológico de crisis desaparece con la recuperación de la sensación de seguridad, el restablecimiento de la rutina y el apoyo de la comunidad. Sin embargo, para algunos de nosotros, debido a la imposibilidad de continuar con la vida a la que estamos acostumbrados, a experiencias vitales anteriores o a la ausencia de los apoyos necesarios, el estado de crisis puede prolongarse, y a veces puede incluso acarrear graves consecuencias para nuestra salud física y mental.
La mayoría de las personas experimentamos al menos un acontecimiento de crisis (traumático) a lo largo de nuestra vida, muchos de nosotros incluso más. Por ello, esta plataforma se desarrolló con la intención de proporcionarte la información, el ánimo y el apoyo necesarios en tu camino hacia la recuperación.
¡IMPORTANTE SABERLO!
Las reacciones a sucesos traumáticos son:
- extremadamente desagradables
- características de casi todas las personas que han vivido una experiencia traumática
- no son un signo de debilidad ni una señal de que te pasa algo malo
- pueden durar semanas, pero también varios meses
- pueden aparecer inmediatamente después de una experiencia traumática, pero también meses (a veces incluso años) después
Todas son reacciones normales a circunstancias anormales que te han ocurrido.
¿Qué reacciones a los acontecimientos de crisis pueden requerir la búsqueda de ayuda profesional?
Para hacer frente a las distintas reacciones debidas al estrés traumático, casi todos podemos beneficiar del apoyo de un especialista en salud mental (psicólogo o psicoterapeuta), y algunos también podemos necesitar apoyo adicional en forma de toma de medicamentos especiales para facilitar la recuperación que puede recetarnos un médico, especialista en psiquiatría. Cuando tenemos un problema de salud, normalmente buscamos la ayuda de un médico. Cuando nos duelen las muelas, vamos al dentista. Sin embargo, algunas personas pueden abstenerse de buscar el apoyo de un profesional de la salud mental porque temen que esa ayuda pueda implicar que son débiles, mentalmente enfermos («locos») o que otras personas les juzguen por ello. Superar la vergüenza de pedir apoyo cuando tenemos dificultades es una característica de las personas valientes, conscientes de sí mismas e independientes que tienen una capacidad sana de cuidar de sí mismas y de las personas que les importan..
También es importante saber que la mayoría de las personas que buscan el apoyo de un profesional de la salud mental no son mentalmente enfermos, y que ponerse en contacto con un profesional de la salud mental implica confidencialidad, por lo que eres tú quien debe decidir si quieres compartir con alguien la información de que has buscado ayuda.
A continuación se presenta una tabla de reacciones comunes al estrés traumático y reacciones que indican una posible necesidad del apoyo de un profesional de la salud mental.
Reacciones comunes debidas al estrés traumático
- Dificultades de concentración, recuerdo y memoria
- Dificultades para tomar decisiones
- Confusión
- Demasiados pensamientos a la vez
- Pensamiento frecuente sobre el suceso, recordando imágenes y sonidos relacionados con el suceso sin poder controlarlo
- Imposibilidad de analizar objetivamente la situación
- Percepción distorcionada del tiempo
- La experiencia de la falta de sentido
- Perdida de interés
- Culparse a sí mismo
- Pesadillas
¿Cuándo pedir ayuda profesional?
- Pensamientos e ideas suicidas
- Pensamientos y planes para dañar a otra persona
- Desorientación (perderse en el tiempo y el espacio)
- Imágenes incontrolables del suceso traumático que hacen que parezca que está ocurriendo de nuevo
- Pesadillas frecuentes
- Alucinaciones (por ejemplo, vemos u oímos cosas que otras personas no pueden ver u oír)
- Delirios (creemos en algo que objetivamente no es cierto, por ejemplo, pensamos que alguien nos persigue, que tenemos poderes especiales…)
- Paranoia (por ejemplo, tenemos ideas de que alguien quiere hacernos daño, pero no es realista)
- Incapacidad para tomar decisiones simples
Reacciones comunes debidas al estrés traumático
- Shock, no podemos creer lo que ha pasado
- Sensación de vacío, «embotamiento»
- Ausencia de mente (nuestros pensamientos están en otra parte, no en el presente)
- Comportamiento de congelación
- Sentimiento de alienación y aislamiento de los demás
- Culpa, vergüenza, duda de uno mismo
- Anxiedad
- No sentirse seguro
- Sensación de impotencia, desesperanza e indefensión
- Inquietud
- Irritabilidad, ira
- Cambios de humor
- Tristeza, llanto
- Una sensación de euforia por haber sobrevivido
¿Cuándo pedir ayuda profesional?
- Ataques de pánico
- Repetición frecuente de reacciones emocionales que no son habituales en la situación en la que nos encontramos (por ejemplo, risa histérica)
- Un fuerte y persistente sentimiento de culpa o vergüenza
- Emociones extremadamente intensas y abrumadoras (demasiadas emociones fuertes a la vez)
- Un sentimiento duradero de vacío emocional («embotamiento»)
- Sentimientos persistentes y fuertes de desesperación, desesperanza y/o impotencia
Reacciones comunes debidas al estrés traumático
- Problemas de comunicación con otras personas
- Actividad y productividad reducidas
- Ataques de ira, conflictos frecuentes con los demás
- Hiperactividad (actividad excesiva, con mucha energía)
- Problemas de sueño
- Se sobresalta o asusta con facilidad
- Cansancio extremo
- Conflictos familiares
- Llanto
- Retraimiento o aislamiento total de los demás
- Abuso de alcohol, cigarrillos, drogas
- Fuerte temor a la soledad y miedo a separarse de las personas cercanas
- Incapacidad para realizar tareas cotidianas que solíamos hacer sin dificultades
¿Cuándo pedir ayuda profesional?
- Incapacidad para cuidar de sí mismo y llevar a cabo las actividades cotidianas
- Reacciones que ponen en peligro su seguridad y/o la de otras personas
- Alto nivel de hiperactividad (actividad excesiva, con mucha energía)
- Inmovilidad física
- Mudez
- Comportamientos repetitivos propios de una edad más temprana (por ejemplo, «balanceo»)
- Ira inapropiada
- Violencia y amenazas graves
- Pérdida de control
- Llanto prolongado incontrolable y repetitivo
- Participación en actividades de alto riesgo (que pueden perjudicarnos a nosotros y a los demás)
- Comportamientos autodestructivos y antisociales (hacerse daño a sí mismo o a otras personas)
- Accidentes / lesiones accidentales frecuentes
- Signos de adicción a sustancias psicoactivas
Reacciones comunes debidas al estrés traumático
- Pulso acelerado
- Dolor de cabeza, dolor de cuello y espalda, mareos, sensación de debilidad, temblores, dificultades para respirar, opresión y sofocación en la garganta y los pulmones, presión en el pecho
- Sensación de nudo en la garganta
- Reacciones extremadamente fuertes a estímulos repentinos
- Cambios en el apetito
- Dolor muscular, tensión muscular
- Dolor abdominal y problemas digestivos
- Alteraciones del apetito, náuseas, diarrea, dolores de estómago
- Agotamiento, trastornos del sueño
- Sudores nocturnos
- Agitación
- Agravamiento de problemas de salud ya existentes
- Trastornos del ciclo menstrual
- Cambios en el deseo y el comportamiento sexual
¿Cuándo pedir ayuda profesional?
- Dificultades respiratorias
- Hiperventilación
- Pulso irregular o dolor torácico
- Mareos
- Debilidad o rigidez repentinas
- Dificultades de habla o comprensión
- Dolores de cabeza fulminantes
- Pérdida del conocimiento
- Vómitos o diarrea prolongados
Reacciones comunes debidas al estrés traumático
- Ira contra Dios
- Una fe más fuerte
- Nueva fe
- Alejamiento de las comunidades religiosas
- Superstición
¿Cuándo pedir ayuda profesional?
- Una crisis de fe con fuertes reacciones
- Pérdida de fe (para personas para las que la fe era muy importante anteriormente)
- Pensamientos religiosos obsesivos (que se producen en contra de nuestra voluntad)
- Práctica compulsiva de la religión (por ejemplo, rezar y realizar rituales religiosos hasta el punto de que interfiere con otras actividades cotidianas)
- Alucinaciones o delirios de temática religiosa
Si reconoces las dificultades marcadas en rojo, te aconsejamos encarecidamente que te pongas en contacto con un especialista en salud mental para obtener el apoyo necesario para encontrar formas de afrontar más fácilmente las dificultades a las que te enfrentas. Ponte en contacto con psicólogos, psicoterapeutas, tu médico o personal de organizaciones activas en su comunidad para que te presten apoyo o le remitan a un profesional que pueda proporcionártelo.
¡IMPORTANTE!
Si notas que te sientes tan abrumado que estás pensando en hacerte daño a ti mismo o a otra persona, es importante que busques ayuda sin demora. Si no tienes acceso a un especialista en salud mental o a un médico que pueda derivarte, puedes buscar ayuda acudiendo al servicio médico de urgencias más cercano.
Ataques de pánico
Los ataques de pánico son experiencias de miedo y/o ansiedad intensos, normalmente con una fuerte reacción física (cuando no hay ningún peligro real alrededor).
Algunos síntomas típicos son taquicardia, temblores, dificultad para respirar y mareos.
Los ataques de pánico pueden durar entre 5 y 20 minutos.
Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a sobrellevarlo:
Respirar:
Sabemos que es difícil, pero ayuda a calmar el sistema nervioso.
Pon una mano sobre el estómago e inhala lentamente por la nariz y exhala por la boca al menos 10 veces.
Recuérdate a ti mismo que:
»Aunque esto no sea agradable, no me matará y no me volveré loco».
«La sensación de que estoy en peligro es sólo uno de los síntomas de un ataque de pánico».
»Los ataques de pánico están aquí ahora, pero desaparecerán, sólo tengo que ser paciente.»
»Esto también pasará, como siempre pasa».
Estimula tus sentidos:
Puede ser útil permanecer en el momento presente y calmarse.
Por ejemplo, puedes tocar algunos objetos, escuchar los ruidos que te rodean, beber un vaso de agua, dar un pequeño paseo…
Reconoce lo que está ocurriendo:
Dite a tí mismo/a que está sufriendo un ataque de pánico. Reconocer que estás teniendo un ataque de pánico y que puedes superarlo te calmará.
No lucha:
Puede parecer contradictorio, pero una de las formas más eficaces de reaccionar ante un ataque de pánico es sobrellevarlo en lugar de resistir. Es como una ola que viene y se va sola.
Referencias
Pregrad, J. (1996). Stres, trauma, oporavak. Zagreb: Društvo za psihološku pomoć
https://dpp.hr/wp-content/uploads/2020/07/Stres_Trauma_Oporavak-min.pdf
WHO (2011) Psychological first aid: Guide for field workers https://www.who.int/publications/i/item/9789241548205
Médecins du Monde Belgique (2016). Psihološka prva pomoć.
Heath, A., Mashuga, H. & Arens, A. (2015). Effects of a Conscious Breathing Intervention on Emotion and Energy Flow: https://sophia.stkate.edu/ma_
Walker, M. (2018). Why we sleep. Penguin Books.
https://www.webmd.com/balance/what-is-box-breathing
https://caps.arizona.edu/grounding#senses
https://blissfulkids.com/mindfulness-exercises-for-kids-teddy-bear-belly-breathing/
https://au.reachout.com/articles/how-to-challenge-negative-thoughts
https://www.getselfhelp.co.uk/docs/SafePlace.pdf